miércoles, 13 de junio de 2012

Palabras del Comisionado Presidente, Mony de Swaan, durante el anuncio del acuerdo Telefónica-Iusacell

OFICINA DEL COMISIONADO PRESIDENTE
MONY DE SWAAN
Palabras del Comisionado Presidente, Mony de Swaan, durante la conferencia de prensa en que Telefónica y Iusacell anunciaron su acuerdo de roaming nacional y compartición de infraestructura
Junio 13, 2012
Juan Abellán, Consejero Delegado CEO de Telefónica.
Adrián Steckel, Director General de Iusacell.
Miguel.
Carlos.
Estimados miembros de los medios de comunicación.
Señoras y señores.

Muy buenos días.  
Compartir sin dejar de competir. Este es el esquema que Telefónica y Iusacell proponen el día de hoy al mercado mexicano. Una fórmula que respeta la esencia de cada compañía y, al mismo tiempo, promueve un uso eficiente de la infraestructura en beneficio de más de 25 millones de consumidores.
No es común que un funcionario público asista a un evento comercial de dos compañías, y menos aún, debo decirlo, después de que una de éstas intentó recusarme... Pero cuando el evento trastoca la manera tradicional en la que se ha hecho negocios en nuestro país poniendo al consumidor en la mira, la presencia se justifica plenamente. Dejar atrás el falso debate entre inversión y compartición de infraestructura es caminar por el rumbo correcto.
Un acuerdo de roaming nacional y compartición de infraestructura básica va acorde con los principios básicos que COFETEL ha buscado promover a través de la regulación y es un paso decisivo para la integración de un mercado sano y competitivo, donde los insumos
de los operadores se complementan para competir en mejores condiciones —entre sí y, por supuesto, con el resto del ecosistema.
Romper las barreras de entrada al mercado de telecomunicaciones y equilibrar el terreno de juego son tareas cotidianas de la COFETEL.
No obstante, la conquista de estos objetivos no depende exclusivamente de una política regulatoria firme.
Lo que hoy ocurre es fiel ejemplo de como unos y otros podemos acompañarnos compartiendo un objetivo común: el bienestar de millones de ciudadanos.
Es por ello que felicito a Telefónica y a Iusacell, que hoy dan un ejemplo de cómo modelos que se acercan a las mejores prácticas internacionales pueden ser implementados exitosamente en nuestro país. Apenas en mayo pasado, los países miembros de la
Unión Europea acordaron imponer límites a los precios que las compañías cobran a sus usuarios que viajan dentro de los estados miembros de la misma.
Y resulta lógico que así sea. Si un uso eficiente de la infraestructura se ha convertido en pieza fundamental de la regulación en países más desarrollados, que ello ocurra en un país con recursos limitados, orografía compleja e importante extensión parece casi natural.
Lo que hoy se anuncia sigue de cerca varios de los principios básicos contenidos en el recién aprobado Convenio Marco de Interconexión. Sigue de cerca también la política anunciada en enero pasado que intenta poner a disposición de los operadores miles de sitios públicos para un despliegue más racional de su red de transmisión. Comparte objetivos con el estudio sobre sitios, ductos y postería que lleva a cabo COFETEL, pero incluso se acerca a la Norma Oficial 184 que se ha trabajado conjuntamente con  PROFECO.
Falta camino por recorrer, ni duda cabe. En la apuesta por una compartición futura de infraestructura por parte de estas dos compañías, es urgente menester que el Estado encuentre mecanismos novedosos para homogeneizar criterios municipales para la instalación de sitios y que se establezcan plazos máximos de respuesta. No podemos aspirar a un mercado sano, que se adapte con rapidez a nuevas tecnologías, que atienda la creciente demanda por servicios, sin establecer algún tipo de criterio homologado a lo largo y ancho del país. Esa tarea corresponde al Estado y urge llevarla a cabo.
El complemento espectral y de infraestructura entre Iusacell y Telefónica apunta en la misma dirección, hacia el país que intentamos construir. Deberemos vigilar, exigir y garantizar que la operación cotidiana de esta compartición ocurra siempre dentro de un marco de sana y legal competencia económica. Pues sólo en la medida en que así sea, veremos reflejados los frutos de este acuerdo en una sociedad más y mejor conectada.
Yendo un poco más lejos, en COFETEL esperamos que este paso dé también lugar a una profunda revaloración del papel que pueden jugar los operadores móviles virtuales en el mercado mexicano.
Pronto la competencia por medio de la comercialización de servicios podría ir sustituir la ineficiente y costosa competencia de infraestructuras.
Nuevamente, y para terminar, en nombre de COFETEL quisiera felicitar a Telefónica y Iusacell por este importante paso, cuyo potencial de transformación del mercado de las
telecomunicaciones mexicanas es enorme.
Felicidades y mucha suerte.

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