Ante la pérdida de clientes en México y la deuda de su matríz, la española le pide a su CEO local, Juan Abellán, replantear el Negocio.
La pregunta es: ¿Que paso con está publicación que no se encuentra en el mercado?
Les compartimos este reportaje realizado por la revista expansión del mes de Septiembre.
Se suma una investigación a problemas de
Telefónica en México
Negocios • 26 Abril 2012 - 1:21pm — Reuters
En enero, una corte federal ordenó a la Comisión Federal de Competencia
investigar los vínculos entre la empresa española y los negocios del magnate
Carlos Slim.
Ciudad de México • Cuando llegó a México hace 10 años, la española
Telefónica se presentó como una firma que no sólo haría un negocio sino que
tenía un proyecto social que llevaría móviles a los más pobres en competencia
con el magnate Carlos Slim, que lleva años dominando el sector en el país.
Algunos de esos objetivos se han alcanzado. El uso de móviles se ha
cuadruplicado desde la llegada de Telefónica al país y la firma ha dado
telefonía a campesinos y vendedores ambulantes gracias a los menores costos del
servicio.
Pero desde una perspectiva de negocios, la firma ha gastado una fortuna en
un país donde aún es percibida como una alternativa de bajo costo.
Inversiones por 13 mil millones de dólares le han dado a Telefónica un 22
por ciento del mercado de móviles del país, pero sólo 12 por ciento de los
ingresos totales.
Nextel, que atiende a clientes con mayor poder adquisitivo, tiene una
participación similar en las ventas con 4 por ciento de los clientes.
La empresa no publica sus ganancias netas en México y una portavoz no quiso
divulgar la cifra. Pero, según analistas, el desempeño de la compañía es pobre
dado lo que gasta para mantener presencia en la segunda mayor economía de
América Latina.
En el 2010, cuando Telefónica adquirió espectro para sus servicios de
internet de alta velocidad local, la ganancia operativa fue de cerca de un
tercio de los 2 mil 100 millones de dólares que invirtió. El año pasado sufrió
una baja de 8 por ciento de su ganancia operativa y redujo inversiones.
Y en medio de ese escenario, los reguladores le han estado poniendo el ojo a
la firma. En enero, una corte federal ordenó a la agencia antimonopolios del
país, la Comisión Federal de Competencia (CFC), que investigue vínculos entre
Telefónica y los negocios de Slim .
Rivales de Telefónica protestaron luego de que a finales de 2010 la empresa
rompió filas con el resto del sector y firmó con Slim un acuerdo de tarifas de
interconexión -las que se cobran entre sí las firmas por compartir redes- por
encima de lo que otros estaban dispuestos a pagar.
Analistas se extrañan de que la firma española haya acordado pagar más.
Tanto Telefónica como América Móvil niegan las acusaciones de colusión y dicen
que compiten en toda América Latina.
"Hemos buscado por largo tiempo una investigación que permita una
competencia limpia y saludable en el mercado de teléfonos", dijo un
ejecutivo de Televisa, el mayor proveedor de televisión abierta del país y un
jugador emergente en servicios de telefonía al hogar e internet a través de sus
empresas de TV de paga.
Ejecutivos de Telefónica explicaron que si bien una menor tarifa de
interconexión le ayudaría a competir con un mejor servicio, la compañía también
recibe dinero por interconexión cuando usuarios de otras operadoras llaman a
sus suscriptores, que suelen recibir más llamadas de las que hacen.
La compañía no puede dejar de lado esos ingresos mientras sigue buscando
clientes dispuestos a gastar más dinero.
"Las condiciones del mercado han cambiado y necesitamos
adaptarnos", dijo un ejecutivo de Telefónica, que solicitó el anonimato
para poder hablar libremente.
Los ingresos de Telefónica en México cayeron 15 por ciento el año pasado y
ejecutivos de Telefónica admiten que la presión de inversionistas para que
venda su operación en México podría aumentar si esa tendencia no cambia pronto.
La empresa enfrenta cada vez más presión para reducir su deuda de 57 mil
millones de euros en un escenario de debilidad económica. Banqueros y analistas
creen que el grupo usará una combinación de venta de activos no estratégicos,
recortes de costos y reestructuración corporativa.
Apuesta
Hace 10 años el mercado mexicano lucía como una buena apuesta. Pocos tenían
teléfonos móviles, los que los tenían pagaban mucho y Telefónica prometía
masificar el servicio.
La empresa contrató como director a Francisco Gil, un ex secretario de
Hacienda y ex director de otra empresa de telefonía, quien dijo en el 2008 que
Telmex, la operadora de teléfonos fijos de Slim, era un "Estado dentro del
Estado".
La estrategia era sencilla. Atender a los pobres y luego ascender poco a
poco la escala de los ingresos y desafiar a Slim en todos los mercados.
Pero Telefónica entró tarde al mercado, detrás de Slim, quien ha probado que
tiene el dinero y la influencia para defender su territorio.
En el 2003, Verizon y Vodafone abandonaron México tras dos años de intentar
impulsar a la operadora celular Iusacell, que vendieron al magnate de los
medios Ricardo Salinas. Y en el 2006, MCI -luego adquirida por Verizon- cerró
su firma local de larga distancia Avantel tras 10 años.
Carlos Escalante, un consultor independiente que trabajó previamente en la
operadora de telefonía local Axtel dijo que "hablando por experiencia
propia, luchar contra Slim es una guerra de trincheras".
Competir con un titán
Fue una guerra que Telefónica decidió luchar apuntando a los clientes en la
base de la pirámide. "Llegamos a México después que otros", dijo el
ejecutivo de Telefónica que habló bajo condición de anonimato.
Telefónica colaboró en la pelea por la portabilidad numérica, que permite a
los usuarios cambiar de operador telefónico conservando su número, y luchó por
años al lado de otros rivales de Slim para bajar las tarifas de interconexión.
Pero dentro de la empresa aumentaba la ansiedad porque los bajos ingresos
por cliente no justificaban el agresivo gasto.
Atender al sector de menores ingresos es siempre un negocio de bajos
márgenes y es aún más riesgoso cuando sus ventas dependían en parte de los
ingresos por interconexión, que están bajando en todo el mundo.
En algún momento la firma iba a atacar al mercado de mayores ingresos y,
según ejecutivos, ya se ha llegado a ese punto pero en circunstancias
terribles.
Movistar -el nombre con el que opera Telefónica en México- está tratando de
calmar esas preocupaciones.
"Estamos reenfocando nuestra estrategia de mercadeo para reposicionar
nuestra marca para ganar más clientes de alto nivel", dijo el ejecutivo de
Telefónica.
Sin embargo, no es la primera vez que la empresa intenta convencer a
inversionistas de que puede cambiar su situación en el país.
Hace un año, el entonces director general de Telefónica para Latinoamérica,
José María Alvarez, dijo que tenían todo lo necesario no sólo para cambiar la
situación sino para convertirse en un verdadero competidor en México.
Alvarez fue reemplazado en septiembre en un amplio cambio de los cuadros
gerenciales.
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