Miguel Flores Bérnes, Comisionado
Luis Alberto Ibarra Pardo, Comisionado
Cristina Massa Sánchez, Comisionada
Rodrigo Morales Elcoro, Comisionado
El rechazo a la concentración entre Iusacell, propiedad de Ricardo Salinas Pliego y concesionario de TV Azteca, y Televisa por parte de la Comisión Federal de Competencia (Cofeco) fue una de las decisiones más importantes de este máximo órgano antimonopolio para evitar que los dos únicos grupos de interés que controlan la televisión comercial abierta y muchos otros segmentos de mercado ligados a la comunicación y el entretenimiento se coludieran, se repartieran los mercados y conformaran un monopolio en la producción y distribución de contenidos audiovisuales en lugar de competir entre sí.
Ante la resolución que deben de tomar frente al recurso de reconsideración de esas empresas en los próximos días, reiteramos que la negativa a la operación Televisa-Iusacell no debe tomarse como moneda de cambio o estrategia para que el Pleno de la Cofeco cambie el sentido de su voto y entonces termine por aprobar la alianza a espaldas de la sociedad o por cálculos electorales del gobierno calderonista, el cual confirmaría su vocación por favorecer en todo a las televisoras.
Es absolutamente indispensable que la Comisión mantenga su negativa a esa alianza. Las consideraciones que llevaron a esa decisión inicial se mantienen. Nada ha cambiado en el control del mercado, al contrario, durante las semanas recientes la sociedad mexicana ha conocido nuevos desplantes de autoritarismo y manipulación de las televisoras. La negativa de Ricardo Salinas Pliego –propietario de Iusacell y TV Azteca– para anteponer un evento deportivo a la transmisión del primer debate entre los candidatos a la Presidencia de la República, indica con desfachatada claridad la torcida idea que ese empresario tiene de los compromisos públicos en los negocios que maneja.
Es necesario fomentar mayor competencia en el sector de las telecomunicaciones que favorezca al desarrollo nacional. Por eso es prioritario modificar la dominancia de Telmex y Telcel por una competencia auténtica que propicie precios menos altos y servicios menos malos. Eso no se logrará fortaleciendo a un monopolio para enfrentar a otro. Mucho menos, solidificando las prácticas monopólicas que Televisa y TV Azteca ejercen ya en el mercado de la televisión. Lo que hace falta son opciones variadas tanto en telecomunicaciones como en televisión. Y hace falta una autoridad reguladora con autonomía y atribuciones suficientes pero además con el valor y la claridad políticas suficientes para enfrentar a los monopolios en dichos ámbitos. Nada de eso distingue a la actual Comisión Federal de Telecomunicaciones.
Sin duda hay presiones fuertes para modificar la decisión de la COFECO. El duopolio televisivo acostumbra respaldar sus labores de cabildeo con insolentes chantajes en contra de los funcionarios públicos que no complacen sus exigencias. Frente a tales amagos, tendrían que prevalecer las convicciones en la urgencia de enfrentar a los monopolios y para favorecer un mercado capaz de servir y no expoliar a la sociedad mexicana. Es mentira que la alianza en torno a Iusacell propiciaría más competencia en las telecomunicaciones. Ustedes saben perfectamente que tendría un impacto monopolizador en los mercados relacionados con televisión, entre ello la publicidad y la producción y distribución de contenidos.
Por eso exhortamos a la Comisión Federal de Competencia para que confirme su decisión del 24 de enero de 2012 y rechace una vez más la concentración Televisa-Iusacell. Además, invitamos a los comisionados para que tomen decisiones específicas a fin de generar competencia en televisión abierta. Esa es ahora mismo, como ustedes saben, una demanda de cada vez más sectores del país. Ha quedado claro y documentado el impacto que tienen la grave concentración y la propiedad cruzada de medios, especialmente de la televisión, en la deliberación pública y en la democracia misma de este país.
El momento histórico en el que ustedes tienen que emitir su resolución impone atender la creciente demanda social de poner un alto a la concentración y propiciar condiciones para la democratización de los medios y la competencia en las telecomunicaciones.
Luis Alberto Ibarra Pardo, Comisionado
Cristina Massa Sánchez, Comisionada
Rodrigo Morales Elcoro, Comisionado
El rechazo a la concentración entre Iusacell, propiedad de Ricardo Salinas Pliego y concesionario de TV Azteca, y Televisa por parte de la Comisión Federal de Competencia (Cofeco) fue una de las decisiones más importantes de este máximo órgano antimonopolio para evitar que los dos únicos grupos de interés que controlan la televisión comercial abierta y muchos otros segmentos de mercado ligados a la comunicación y el entretenimiento se coludieran, se repartieran los mercados y conformaran un monopolio en la producción y distribución de contenidos audiovisuales en lugar de competir entre sí.
Ante la resolución que deben de tomar frente al recurso de reconsideración de esas empresas en los próximos días, reiteramos que la negativa a la operación Televisa-Iusacell no debe tomarse como moneda de cambio o estrategia para que el Pleno de la Cofeco cambie el sentido de su voto y entonces termine por aprobar la alianza a espaldas de la sociedad o por cálculos electorales del gobierno calderonista, el cual confirmaría su vocación por favorecer en todo a las televisoras.
Es absolutamente indispensable que la Comisión mantenga su negativa a esa alianza. Las consideraciones que llevaron a esa decisión inicial se mantienen. Nada ha cambiado en el control del mercado, al contrario, durante las semanas recientes la sociedad mexicana ha conocido nuevos desplantes de autoritarismo y manipulación de las televisoras. La negativa de Ricardo Salinas Pliego –propietario de Iusacell y TV Azteca– para anteponer un evento deportivo a la transmisión del primer debate entre los candidatos a la Presidencia de la República, indica con desfachatada claridad la torcida idea que ese empresario tiene de los compromisos públicos en los negocios que maneja.
Es necesario fomentar mayor competencia en el sector de las telecomunicaciones que favorezca al desarrollo nacional. Por eso es prioritario modificar la dominancia de Telmex y Telcel por una competencia auténtica que propicie precios menos altos y servicios menos malos. Eso no se logrará fortaleciendo a un monopolio para enfrentar a otro. Mucho menos, solidificando las prácticas monopólicas que Televisa y TV Azteca ejercen ya en el mercado de la televisión. Lo que hace falta son opciones variadas tanto en telecomunicaciones como en televisión. Y hace falta una autoridad reguladora con autonomía y atribuciones suficientes pero además con el valor y la claridad políticas suficientes para enfrentar a los monopolios en dichos ámbitos. Nada de eso distingue a la actual Comisión Federal de Telecomunicaciones.
Sin duda hay presiones fuertes para modificar la decisión de la COFECO. El duopolio televisivo acostumbra respaldar sus labores de cabildeo con insolentes chantajes en contra de los funcionarios públicos que no complacen sus exigencias. Frente a tales amagos, tendrían que prevalecer las convicciones en la urgencia de enfrentar a los monopolios y para favorecer un mercado capaz de servir y no expoliar a la sociedad mexicana. Es mentira que la alianza en torno a Iusacell propiciaría más competencia en las telecomunicaciones. Ustedes saben perfectamente que tendría un impacto monopolizador en los mercados relacionados con televisión, entre ello la publicidad y la producción y distribución de contenidos.
Por eso exhortamos a la Comisión Federal de Competencia para que confirme su decisión del 24 de enero de 2012 y rechace una vez más la concentración Televisa-Iusacell. Además, invitamos a los comisionados para que tomen decisiones específicas a fin de generar competencia en televisión abierta. Esa es ahora mismo, como ustedes saben, una demanda de cada vez más sectores del país. Ha quedado claro y documentado el impacto que tienen la grave concentración y la propiedad cruzada de medios, especialmente de la televisión, en la deliberación pública y en la democracia misma de este país.
El momento histórico en el que ustedes tienen que emitir su resolución impone atender la creciente demanda social de poner un alto a la concentración y propiciar condiciones para la democratización de los medios y la competencia en las telecomunicaciones.
México, D.F., 31 de mayo de 2012
Asociación Mexicana de Derecho a la Información, A.C.
Aleida Calleja
Presidenta
Presidenta
Alberto Aziz Nassif
Coordinador del Consejo Consultivo
Coordinador del Consejo Consultivo
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